Ingredientes
- 500 gr de harina
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de anís en grano
- 125 ml de vino dulce
- 1 cucharadita de canela molida
- Una pizca de sal
- Azúcar glass para emborrizarlos
Elaboración
Lo primero que vamos a hacer es poner en una sartén el aceite de oliva virgen extra junto con la piel de un limón y las semillas de anís.
Es sólo calentarlo, a fuego medio, no debemos
quemar ni el aceite ni el anís. Ponemos en un bol o recipiente amplio, la
harina, la sal, el vino dulce Y el aceite y el anís, una vez que se ha enfriado
un poco, lo añadimos, quitando la piel de limón. Ya tenemos todos los
ingredientes.
Mezclamos primero con una cuchara de madera. Y
después amasamos con las manos. Estiramos con el rodillo.
Con un cortador
de rosquillos, lo podéis encontrar en cualquier ferretería o con dos tapones de
diferentes tamaños vamos cortando la masa. O si preferís, podéis hacerlos a
mano, cogéis una porción, con las manos hacéis un rulito y después lo enlazáis
formando el rosquillo.
Disponemos
los rosquillos en la bandeja del horno, yo he puesto papel vegetal Horneamos,
con horno precalentado, a 180ºC, unos 20 minutos, hasta que veáis que se doran.
Enfriamos
y pasamos por azúcar glas. Podéis liarlos con papel de polvorones o guardarlos
en una lata.
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