Ingredientes (para unas 24 mantecadas)
375 gr de harina de repostería
200 gr de manteca de cerdo ibérica —muy buena la de El Pozo—
3 cucharadas de azúcar
Un chorrito de limón
Medio sobre de levadura en polvo para repostería -8 gramos-
2 huevos
Para
cubrirlos
Azúcar normal
Azúcar normal
Preparación:
1. Poner en una mesa la levadura y la harina formando un volcán. En el hoyo, poner el azúcar, la manteca, que habremos dejado unas horas a temperatura ambiente y estará blanda, el chorrito de limón y lo huevos previamente batidos —esto es importante—. Trabajar todo hasta conseguir una masa fina que no se pegue a las manos. Procurad que la cocina no esté muy caleinte, para que se trabaje bien.
2. Envolver la masa en plástico con forma de bola un poco aplastada, y dejarla en el frigorífico unos 15 minutos.
3. Espolvorear la mesa de trabajo con un poco de harina y, con la ayuda de un rodillo, extender un poco la masa, hasta dejarla de la altura que queramos. En casa gustan altos, aunque para hornear lo ideal son unos 10 mm de grosor. Engrasar un cortapastas por dentro con unas gotas de aceite de oliva, y cortar las mantecadas, que iremos poniendo sobre papel de hornear en una bandeja de horno, y un poco separadas unas de otras.
4. Meter la bandeja en el horno y cocerlas a horno suave, 150º, calor arriba y abajo, durante unos 30-35 minutos, sin que lleguen a tomar color.
5. Pasado este tiempo, sacarlas del horno y rebozarlas en azúcar normal, que habremos puesto en un bol. Este paso hay que hacerlo en caliente —importante—, porque si no el azúcar no se adhiere. Dejarlas en una rejilla para enfriar.
Consejos:
- Esta receta es una adaptación a los gustos de casa de una de Inés y Simone Ortega. Sale muy rica. Las mantecadas no se rompen, y se manejan muy bien. Se pueden sustituir las gotas de limón por un chorreoncete de anís. Y se puede sustituir el azúcar normal, por glas, pero en este caso se rebozan cuando ya estén frías.
- Muy, muy importante el tema del horno. Si lo ponemos fuerte, se quedan muy duras, pero si lo mantenemos a 150º, hay que tener cuidado de que no se queden crudas por dentro, y eso va a depender del grosor que le demos. ¿Solución? Sacar una, y, sin quemarnos, cortarla por la mitad horizontalmente. Si está cruda se ve fácilmente: la cerramos, la volvemos a meter en el horno y los tenemos un rato más.
- Se conservan fenomenal, sin necesidad de meterlos en lata.
Si a estas
mantecadas, les pones anís y les haces un agujero son lo que en la mancha se
llaman rosquillos de anís. El mantecado manchego sale del horno hojaldrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario